
Feliz (y madrileña) Navidad
l olor a castañas asadas, los escaparates decorados y la promesa de un chocolate con churros son motivo más que suficiente para desafiar al frío y perderse por Madrid para cumplir con las tradiciones navideñas e inventar otras nuevas. Las paradas incluyen lugares turísticos como la Plaza Mayor, Gran Vía y la Puerta del Sol, pero también Malasaña, el barrio de Salamanca o Legazpi.
En la Plaza Mayor se instala el mercadillo navideño más famoso de la capital española. En sus puestos pueden encontrarse desde objetos decorativos hasta los artículos de broma más sofisticados. Y sobre todo pelucas y gorros de todas las formas y colores. De hecho, la mejor forma de llegar a la plaza es observar de dónde vienen los grupos con pelucas. Si además vienen con un bocata de calamares entre las manos, no hay duda: vienen de la Plaza Mayor.

Oh, blanca Navidad
Las Navidades de este año en la capital tienen un aliciente más para los futboleros. El 23 de diciembre tendrá lugar en el Santiago Bernabéu uno de los encuentros más esperados de La Liga, el Clásico que enfrenta al Real Madrid con el Barça. Solo entonces sabremos si la Navidad es blanca… o azulgrana.
El mercadillo navideño de dicha plaza es el más tradicional, pero Madrid ofrece muchas más opciones. El Mercado del Diseño tendrá una doble edición #XmasFun los fines de semana del 9 y 10 y del 16 y 17 de diciembre. Se celebrará en Matadero Madrid (Legazpi) y por él pasarán 168 diseñadores de ropa, joyas y decoración. También habrá música y un aperitivo de la mano de Aperol Spritz.
El Mercadillo del Gato es otra de las opciones disponibles en estas fechas. El ‘pop up’ de referencia de los últimos años estará hasta el 10 de diciembre en el lujoso hotel The Westin Palace y del 15 de diciembre al 5 de enero en el antiguo Casino Militar (Gran Vía 13). Para continuar con las compras navideñas también se puede ir a la exclusiva calle Serrano, en el barrio de Salamanca, que este año estrena luces navideñas que representan distintos tejidos en homenaje a sí misma, la calle de la moda.

Otra de las calles de compras por excelencia es Fuencarral, donde empieza el barrio de Malasaña. Aquí las Navidades se viven de forma diferente desde que se pusieron de moda las barbas XXL. El barrio ‘hipster’ por excelencia se ha rendido a los encantos del muérdago y los renos, y ya no se avergüenza de mostrar su espíritu navideño en público. Aunque aquí en lugar de los tradicionales dulces navideños como el roscón de Reyes o el clásico chocolate con churros, prefieren un ‘carrot cake’ de Lolina Vintage Café. O un tazón de cereales de colores en Cereal Hunters, el último capricho del barrio.

Un gigantesco abeto da la bienvenida a los que llegan a la Puerta del Sol, el corazón de la ciudad, donde se despide el año comiéndose doce uvas, una por campanada. Si no se puede asistir al Times Square español el día 31 de diciembre, es una buena idea hacerlo la noche anterior, en las pre-uvas, un ensayo que los madrileños aprovechan como excusa para salir de fiesta. En lugar de uvas, se toman golosinas, pero se brinda con cava y se abraza a los amigos como si fuera Año Nuevo.
Hasta entonces, y para hacer más corta la espera, Madrid regala entradas para los espectáculos más destacados de la temporada, para una degustación de tapas en Platea y para disfrutar de las luces navideñas a bordo del bus turístico. Y lo mejor es que para ganar no hace falta haberse portado bien durante el año, solo probar suerte en este calendario de Adviento.